martes, 5 de abril de 2011

¿Qué me apasiona?

Faltan menos de dos meses hasta que me gradúe de la universidad. He empezado a sentir pánico. Momentos de lágrimas silenciosas. No me preocupo por el dinero, por encontrar el trabajo perfecto- tengo confianza en mi misma que puedo sobrevivir. Pero sobre de lo que no estoy segura son mis inspiraciones en esta vida. Yo me pregunto, ¿Qué son las pasiones ardientes que me empujan hacia delante, hacia algo más grande que yo? ¿Qué me impulsa a hacer algo que importa? ¿Qué es lo que se me da bien?

Resulta irónico que, pero no es sorprendente, como una transición tan grande a una nueva etapa de la vida llena de oportunidades sin límites puede provocar tantas inseguridades y sentimientos de ser vacía y no tener una dirección.

El otro día encontré el poema “Cuanto pasa en un día” del libro Extravagaria escrito por Pablo Neruda. Es un poema simple y hermoso. El poema habla por sí solo. Nos recuerda que a veces tenemos que recordar pensar más en la alegría, si queremos cultivarla más en nuestras vidas. Tú eres el único responsable para crear la felicidad en tu vida. En este poema, Neruda nos pregunta lo que nos apasiona. ¿Qué nos hace felices? ¿Qué nos mueve? Estas son todas las preguntas que me han hecho luchar por respuestas.

También el poema nos pregunta ¿a qué estamos agradecidos? Se me está diciendo que en lugar de buscar algo grande y significativo, tengo que prestar atención a “cuánto ocurre en un día” - no importa lo pequeño y habitual que sea; cualquiera ambición puede ser tan notable y motivadora como la otra. O sea, me tengo que dar cuenta que está bien si no tengo ni idea de lo que me apasiona, pero mientras lo busco, y para siempre, tengo que ser apasionada por las cosas que llenan mi vida diaria.

“Cuánto pasa en un día”
-Pablo Neruda

Dentro de un día nos veremos.

Pero en un día crecen cosas,
se venden uvas en la calle,
cambia la piel de los tomates,
la muchacha que te gustaba
no volvió más a la oficina.

Cambiaron de pronto el cartero.
Las cartas ya no son las mismas.
Varias hojas de oro y es otro :
este árbol es ahora un rico.

Quién nos diría que la tierra
con su vieja piel cambia tanto?
Tiene más volcanes que ayer,
el cielo tiene nuevas nubes,
los ríos van de otra manera.
Además, ¡cuánto se construye!
Yo he inaugurado centenares
de carreteras, de edificios,
de puentes puros y delgados
como navíos o violines.
Por eso cuando te saludo
y beso tu boca florida
nuestros besos son otros besos
y nuestras bocas otras bocas.

Salud, amor, salud por todo
lo que cae y lo que florece.

Salud por ayer y por hoy,
por anteayer y por mañana.

Salud el pan y la piedra,
por el fuego y la lluvia.

Por lo que cambia, nace, crece,
se consume y vuelve a ser beso.

Salud por lo que tenemos de aire
y lo que tenemos de tierra.

Cuando se seca nuestra vida
nos quedan sólo las raíces
y el viento es frío como el odio.

Entonces cambiamos de piel,
de uñas, de sangre, de mirada,
y tú me besas y yo salgo
a vender luz por los caminos.

Salud por la noche y el día
y las cuatro estaciones del alma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario