miércoles, 6 de abril de 2011

Poniendo al descubierto la explotación y la opresión: “También la lluvia” (2010)

Hace unas semanas fui a ver "También la lluvia", que se estrenó por primera vez en el otoño del 2010, pero salió recientemente de nuevo en febrero. Al ver el trailer me entusiasmé y tenía grandes expectativas por la película; sin embargo salí del teatro con menos entusiasmo con el que entré. No obstante, no me malinterpreten, pensando que yo estaba de un humor de perros después de verla. Me gustó la trama de múltiples capas y la fotografía era buena.

Este historia es sobre una película dentro de una película (metacine). La película ocurre en Cochabamba, Bolivia en el año 2000. Costa (Luis Tosar) hace de productor tacaño, quién eligió Bolivia como el sustituto lugar de la Española para la película que está realizando sobre Cristóbal Colón y la conquista. Sin embargo, el rodaje de la película se hace difícil cuando los disturbios civiles estallan, debido a los acontecimientos de la vida real de las revueltas populistas de la "Guerra del Agua" en Bolivia, cuando su gobierno vendió los derechos de agua del país a un privado consorcio multinacional.


Los pozos locales de los que la población pobre había sacado su agua fueron sellados. Los disturbios estallaron cuando los precios del agua se triplicaron. El título, "También la lluvia,"se refiere a la noción de que la captura de agua de lluvia sería ilegal.


Está claro que a la directora Icíar Bollaín le gustaría que “También la lluvia” trazara paralelos entre Colón y las tensiones raciales actuales. Mientras que el director de la película dentro de la película, Sebastián (Gael García Bernal), está obsesionado en crear una película que desenmascara la explotación colonialista y la supresión de las poblaciones nativas, en Cochabamba las tensiones están a punto de estallar entre los campesinos bolivianos y el gobierno.

Los paralelismos continúan cuando Daniel (Juan Carlos Aduviri), que hace de Hatuey, un jefe indio taíno que lidera una rebelión contra Colón, conduce a una revuelta en contra de la empresa estatal de agua protegida. Mientras que Sebastián está tratando de dirigir una película de altas principios a Costa no le importa el pueblo de Bolivia y cuenta por teléfono a un financiero que está pagando los extras menos de $2 al día.

Durante el clímax de la rebelión del agua hay un intercambio de morales entre Costa y Sebastián. De repente, Costa tiene una conciencia que le lleva a salvar la vida de una niña que está herida, mientras que Sebastian sólo se preocupa por terminar la película.

"También la lluvia " es sobre la opresión de los pobres nativos en América Latina. La película tiene éxito en darle al público una oportunidad de pensar críticamente, pero no llega a tener un impacto crucial. Cuando mis amigas y yo estábamos en el metro hablando del filme una de ellas plantea la pregunta, ¿cuánto crees que los creadores de "También la lluvia" han pagado sus propios extras? Las intenciones de la película son buenas, sin embargo, al final no están completamente realizadas.


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